Oda a España
(Preguerra civil)
Oh, España, tierra donde
un toro embiste y otro toro mata.
Ebria vuelas, sin rumbo, en las estrellas
que buscan ascender las bocamangas.
En las esquinas de la mala muerte
y de la buena vida, la jarana
prosigue a media noche. Acordeones.
Más vino. Aplausos. Bullas. Pitos. Bascas.
En la juerga, castrense surge un cura.
Impone bendiciones y medallas.
Se sube en una silla. Arenga al pueblo.
Un general se sube a una batalla.
En las arenas del desierto duro,
por el camino de la sed amarga,
multitud de borrachos, contra el viento,
bamboleados en la madrugada.
Uno de ellos viste de torero.
Otro se ríe solo. Todos bailan.
En la estepa con viento y hambre antigua,
España balbucida, entrecortada.
Carlos Bousoño, Subida al amor (1945)
Que genial retrato de la nuestra España de charanga y pandereta, devota de Frascuelo y de María -como decía Antonio Machado-. Da mucho que pensar y todavía andan algunos de esos personajes sueltos por nuestras calles y barriadas, por valles y barrancas. ¡Dios qué peste exhalan!